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UDD en la Prensa

Filosofía en los colegios

 Guido Larson
Guido Larson Académico Facultad de Gobierno

Es positivo que el Mineduc haya repensado la propuesta que llamaba a eliminar la asignatura de Filosofía de los planes comunes de las bases curriculares de III y IV medio.
La nueva propuesta, que se enviará al Consejo Nacional de Educación en junio, debiese ser una oportunidad para congeniar, a mi juicio, dos aspectos centrales de la disciplina que se mal entienden o confunden en la educación secundaria. El primero se refiere a lo que la Filosofía no es. Parece natural que esta asignatura tome como marco de referencia la historia del pensamiento filosófico.
Pero la Filosofía no es Historia, y muchas veces el desarrollo de este ramo pasa a ser una larga descripción cronológica de lo que diversos autores dijeron en el pasado. Si bien es inevitable anclarse en figuras de relevancia para ilustrar las preguntas fundamentales que la disciplina ha desarrollado, el enfoque no debiese circunscribirse a una «Historia de los filósofos». Lo segundo se asocia a lo que la Filosofía debiese fomentar.
Desde una perspectiva laxa, ésta se relaciona a una especie de actitud crítica de la realidad. A la idea de fomentar preguntas, cuestionar verdades preestablecidas, encontrar argumentos o razones para respaldar decisiones de todo orden, y a no dar por sentado fenómenos que nos parecen obvios. Es ahí donde la Filosofía permite despertar la curiosidad intelectual y promover la necesaria reflexión que mantiene viva a la cultura del país