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UDD en la Prensa

La falacia de las cuotas en la elección

 Rodrigo Arellano Falcón
Rodrigo Arellano Falcón Vicedecano Facultad de Gobierno

La noche que terminó el plazo para  inscribir las diferentes candidaturas presidenciales, parlamentarias comenzó una carrera inédita. Estaremos frente a una elección muy distinta a todas las que hayamos tenido en la historia de Chile. Será la primera que incorpore en conjunto todas las reformas que se han realizado al sistema electoral en los últimos años. Será la primera con voto voluntario, inscripción automática, financiamiento público de los partidos políticos, fin del sistema binominal e incorporación de la cuota de género.
Esta última reforma establece que, de manera transitoria los pactos políticos no podrán superar un 60% de hombres ni mujeres en la conformación de sus listas parlamentarias, es decir, que no puede existir un porcentaje inferior al 40% de candidatas mujeres en la nómina de candidatos de una lista parlamentaria. Es por esta simple razón que hemos leído en varias portadas de diarios y escuchado a la Ministra Narváez celebrar el explosivo aumento del porcentaje de mujeres candidatas para la Cámara Baja, pasando desde un 19% en la elección de 2013 a un poca del 40%.
La prudencia nos invita a sacar cuentas una vez realizadas las elecciones. En especial en el tema de cuotas. Pareciera que la efectividad de dichas candidatas para transformarse en diputadas se verá afectado por otro elemento del sistema electoral chileno: la lista abierta. Si uno analiza, más detenidamente y no con números macros, la gran mayoría de los distritos con candidatas mujeres poseen diputados que van a la reelección,  a los que será difícil derrotar con las nuevas reglas y nuevos tamaños distritales.
Al parecer los partidos políticos rellenaron cupos en vez de buscar candidatas competitivas. Un ejemplo claro de esto es la Candidata DC al Senado por Arica, ella ha declarado estar llenando un cupo y no ser una candidata competitiva. Cuando observamos la evidencia comparada en América acerca de la relación entre la existencia de una cuota de género a nivel de candidatos y la representación de la mujer en el congreso de cada país, nos encontramos con una particularidad que vale la pena destacar: todos aquellos países con cuota de género y sistemas de representación proporcional de listas abiertas exhiben tasas muy inferiores de representación de la mujer que aquellos países con sistemas de listas cerradas, que hubiese sido un buen sistema si lo que se buscaba realmente era aumentar la participación de mujeres en el Congreso.
Es por esto que las cuentas alegres corresponde sacarlas el día 19 de Noviembre cuando podamos contrastar empíricamente la efectividad de esta reforma, y no caer en de manera anticipadamente en la falacia de las cuotas.