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UDD en la Prensa

Precariedad laboral en adultos mayores

 Mauricio Apablaza
Mauricio Apablaza Director of Research, Facultad de Gobierno || Research Associate, Oxford Poverty and Human Development Innitiative, University of Oxford

Durante los últimos años, en Chile ha aumentado la población de adultos mayores que se ha insertado en el mercado laboral pasando a representar de 11,4% de la población ocupada en 2010, a 1 5,9% en 2017. Asimismo, durante este mismo periodo se ha registrado un alza en el ingreso promedio de este segmento, de 447 mil pesos a 529 mil pesos, según datos de la última Encuesta Suplementaria de Ingreso (ESI) del INE. No obstante, esta cifra está por debajo de los 554 mil pesos promedio de los trabajadores chilenos.
Al observar ambas situaciones, se podría inferir que en Chile hubo un avance respecto a la inclusión laboral de personas mayores de 60 años, o una mayor valoración por el aporte y experiencia que ellos pueden entregar.
Sin embargo, basta con acercarse un poco más a estas cifras para darse cuenta que, como país, aún nos falta mucho camino que recorrer en esta materia.
Un informe que realizó el programa Cipem (Conocimiento e Investigación en Personas Mayores), de la Universidad del Desarrollo y Caja Los Héroes, abordó justamente la realidad laboral de los adultos mayores, donde se observa, por ejemplo, que solo un 44,7% tiene contrato de trabajo y la mitad de los ocupados percibe un salario inferior a los 307 mil pesos, de acuerdo al cálculo del ingreso mediano. Más aún, el 37,3% (479 mil personas mayores) trabaja por cuenta propia, de los cuales alrededor de 110 mil se desempeñan en la calle o vía pública con ingresos de 268 mil pesos en promedio.
Esto habla de una realidad de una parte importante de población de la tercera edad que trabaja y sufre de un fenómeno de precarización del trabajo.
Aumentar la cantidad de personas mayores en el mercado laboral no es suficiente, pues en el caso de la tercera edad el trabajo debe ser una fuente de desarrollo personal, familiar y social, con condiciones adecuadas y no un factor de sufrimiento e inseguridad. Es necesario seguir enfatizando en crear buenas condiciones laborales para los adultos mayores, con políticas públicas que contribuyan realmente a una inclusión social y permitan compatibilizar con esta etapa de la vida.