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UDD en la Prensa

Bebés modificados genéticamente

En una noticia que ha suscitado interés mundial, un científico chino señala que ha modificado genéticamente embriones humanos, para hacerlos resistentes a la infección por VIH. Luego de un proceso de fecundación in vitro , habrían nacido dos gemelas aparentemente sanas. Si bien hay dudas respecto de la validez de la información, puesto que los resultados aún no han sido publicados y ninguna institución se hace responsable de ellos, es conveniente referirnos brevemente a los alcances éticos de este supuesto avance científico.
En primer lugar, según información de prensa, siete parejas habrían consentido en tener sus embriones modificados a cambio de tratamiento gratuito para la infertilidad; esto cuestiona la real libertad para tomar esta decisión. En segundo lugar, los embriones eran todos sanos, sin ninguna alteración que justificara la edición génica; esto es especialmente grave cuando la técnica aún no ha demostrado ser segura. Tercero, en la mayoría de los países se considera ilegal realizar ediciones génicas con fines reproductivos y la universidad donde trabaja este investigador no reconoce haber otorgado el correspondiente permiso. En cuarto lugar, en este caso en particular -en el cual el principal objetivo era prevenir que las niñas contrajeran VIH-, claramente hay otras formas de hacerle frente a esta epidemia. Y por último, tal vez lo más importante es hacer la distinción entre usar la técnica para curar una enfermedad genética versus usarla para mejorar la capacidad para hacer frente a futuras enfermedades, a las cuales tal vez nunca estén expuestas. Imaginemos además las consecuencias que pudiese tener para la sociedad el lograr que algunos pocos privilegiados queden inmunes a contraer VIH, pero que aún así puedan contagiar a terceros.
Mientras se investiga si estos hechos son o no ciertos, creemos adecuado recordar que una eventual edición genética de embriones humanos con fines reproductivos debe primero demostrar ser segura y eficaz en modificar trastornos genéticos, para luego lograr un consenso mundial respecto de su uso.
Sofía Salas y Juan Alberto Lecaros, Centro de Bioética, Facultad de Medicina Clínica Alemana Universidad del Desarrollo