“La Ruta de la Seda”: Segunda Pasantía Cultural UDD de 2025 visitó Asia Central








Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán fueron los destinos de la segunda Pasantía Cultural de 2025 organizada por la Dirección de Lifelong Learning de la Universidad del Desarrollo (UDD), en una experiencia formativa que combinó patrimonio, historia y cultura de estos cuatro países que fueron parte de la Unión Soviética.
El grupo, compuesto por 27 personas y encabezado por Nicolás Varela, director de Lifelong Learning; y Marianne Stein, subdirectora de Extensión y UDDVecina, comenzó su recorrido en Astana, la nueva capital de Kazajistán, la cual ha sido transformada mediante uno de los proyectos de urbanización más grandes, ambiciosos y caros del mundo, para seguir luego a Almaty, la capital histórica.
La ruta continuó hacia Kirguistán, cruzando la frontera para llegar a Bishkek, al pie de majestuosas montañas, y que conserva una gran cantidad de edificios soviéticos, numerosos parques y jardines.
Posteriormente, se trasladaron hasta Tashkent, la capital de Uzbekistán que tiene planificaciones urbanas de diferentes épocas, y una de las ciudades más cosmopolitas del Asia Central. De ahí, viajaron a Samarcanda donde tuvieron la experiencia de conocer las más impresionantes mezquitas y madrazas, y que al igual que Bujará y Jiva, se ubican en oasis por donde pasaba uno de los más importantes caminos de la Ruta de la Seda. En este país pudieron apreciar las tradiciones de los antiguos oficios como bordados de oro, tejidos, grabado sobre cobre, cerámica, tallado y pintura sobre madera, además de una muy buena gastronomía.
En tanto, Tayikistán fue el destino de encuentro con asentamientos sogdianos y el zoroatrismo, culminando así la experiencia de la riqueza religiosa de la región, además de sus ricos valles, montañas y vastas estepas.
Cabe mencionar que el grupo hizo escalas en Estambul, lo que permitió conocer la puerta al mundo asiático, y recorrer la antigua Constantinopla dividida entre Europa y Asia.
Como es habitual en estas instancias, antes del inicio de la pasantía cultural, los participantes asistieron a un curso dictado por académicos que abordaron temas históricos, culturales, artísticos y de actualidad de los destinos que conocerían.
Nicolás Varela comentó que “la experiencia de haber participado en una pasantía, con un grupo muy interesado en aprender, y que además destaca el valor académico que hay detrás de estos viajes”. A su vez, Marianne Stein, se refirió a “lo colaborador del grupo y respetuoso de culturas tan lejanas a la nuestra, y el poder observar cómo se van generando redes de amistad entre personas con intereses comunes y que se mantienen en el tiempo”.