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Very Berry: la innovadora pasta de dientes a base de arándanos

Gracias al dLab, Macarena Reino junto a otros compañeros crearon una novedosa pasta de dientes para niños que previene la gingivitis: Very Berry. Conoce más de esta #HistoriaUDD.

Veryberry
Veryberry

#HistoriasUDD

La alumni de Ingeniería Comercial Macarena Reino es una de las creadoras de Very Berry, una pasta de dientes a base de arándanos que promete disminuir una de las enfermedades bucales más comunes en los niños: la gingivitis.

Motivada por darle un valor agregado a su curriculum antes de salir de la Universidad, decidió ingresar al dLab, un programa de titulación alternativa de iCubo UDD que está dirigido a las carreras de Ingeniería, Diseño, Negocios, Publicidad y Arquitectura.

¿Cómo nació Very Berry?

Junto a Francisca Garay y José Francisco Lores, comenzamos a investigar los beneficios y propiedades de los arándanos hasta que llegamos a los polifenoles, los cuáles se encuentran en el extracto del arándano.

Mediante una detallada investigación de sus beneficios encontramos que éstos tienen la capacidad de prevenir y controlar la gingivitis, una de las enfermedades bucales con mayor prevalencia en niños y no se estaba aprovechado.

Luego de eso, realizamos un estudio de mercado de los diferentes productos bucales que existen en todo el mundo y decidimos crear una pasta de dientes, porque dentro de todos los productos bucales éste era el con mayor participación en el mercado.

¿Qué te motivó a ingresar al dLab?

Ingresé al dLab porque quería hacer algo distinto, no quería que mi último año de carrera fuera como los cuatro primeros. En comercial la metodología de enseñanza y de estudio es muy parecida en todos los ramos, vas a clases, lees los capítulos de los libros para los controles, haces trabajos en grupo, etc. Pero en el dLab es distinto, trabajas en grupos interdisciplinarios con personas de otras carreras, los profesores tienen distintas profesiones, por lo cual la metodología de enseñanza de cada uno es muy distinta a los otros, las clases son didácticas y te enseñan a ‘sacar la voz’, es decir, te enseñan lo importante que es dar tu idea u opinión frente a todos.

Además, quería probarme a mí misma, poner a prueba mis conocimientos, ver hasta dónde podía llegar y trabajar temas como la frustración, tolerancia, etc. Desde un principio sabía que el dLab era exigente, que demandaba mucho tiempo, pero decidí postular igual para desafiarme.

¿Qué fue lo más difícil de esta experiencia?

Lo más difícil fue cuando probábamos y probábamos con distintos proyectos y ninguno de ellos tenía futuro. No sabíamos para dónde ir y eso fue un poco frustrante, pero a medida que pasaba el tiempo aprendí a manejar la frustración y cuando supimos para dónde iba el proyecto fue entretenido, motivante y cada día fue un desafío.

Asimismo, aprendí cosas que nunca pensé que aprendería, como, por ejemplo, modelar un objeto en un programa para luego imprimirlo en 3D. Creo que fue una gran experiencia, donde uno conoce grandes personas, desde los profesores, tutores, hasta tus compañeros.

¿Qué significó para ti ver el resultado de tu producto?

Fue realmente satisfactorio ver que, a pesar de estar muy perdidos al principio y de pasar muy malos ratos, el trabajo de todo un año dio buenos frutos. Más que el producto en sí, lo más importante y satisfactorio para mí fue el crecimiento personal, la sensación de que trabajé muy duro todo el año, que en muchas instancias me dieron ganas de ‘tirar la toalla’, pero logré seguir y crear un buen proyecto. Fue increíble.

¿Cuál fue tu mayor aprendizaje creando VeryBerry?

Para partir, lo primero que aprendí fue a ser más tolerante. Trabajar con un equipo interdisciplinario es muy difícil, cada uno tiene maneras distintas de ver las cosas, formas diferentes de trabajar, horarios distintos, etc. Al principio fue muy difícil, no lograba entender lo que querían hacer mis compañeros de equipo o simplemente no estaba de acuerdo con su punto de vista, pero después de un tiempo vas empezando a entender su forma de pensar y lográbamos llegar a acuerdos.

En segundo lugar, aprendí a manejar la frustración, es muy difícil comenzar un proyecto de cero. Para crear Very Berry pasamos por mil proyectos anteriores que ninguno tenía futuro, recibíamos críticas de los proyectos cada día y nos daban ganas de no seguir intentando. Pero después de un tiempo aprendí que cada crítica era para mejor, para mejorar nuestro proyecto, para llegar a un buen producto y eso te motiva a desafiarte cada día más y no a tener ganas de ‘tirar la toalla’.

¿Qué consejo le darías a otros alumnos que quieran emprender?

Que sean perseverantes y tolerantes, creo que esas son las dos cosas más importantes. Siempre van a haber personas a las que no les gusta tu proyecto, personas que te van a criticar y te van a tirar para abajo, pero las críticas de esas personas solo hay que tomarlas como opiniones para mejorar tu proyecto y no como si te estuvieran ‘atacando’. Mientras creas al cien por ciento en tu proyecto y logres convencer a las otras personas para que crean en tu proyecto, todo se puede.