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Alumnos participaron de charla sobre Prevención de la Violencia en el Pololeo

La Directora de la Fundación Antonia, Consuelo Hermosilla, quién también es madre de Antonia Garros, víctima de una relación violenta, ofició la mañana de hoy la charla “Prevención de la violencia en el pololeo”, en el auditorio 10 de Ainavillo. La organización se dedica a acoger, orientar y ayudar a las víctimas de violencia en sus relaciones.

La exposición se centró en la experiencia de Consuelo como madre de una persona violentada en el pololeo, las señales que ella vio, lo difícil que puede ser hacer salir a una persona de lo que ella llama “el laberinto de la violencia”, el aislamiento que produce en las víctimas, cifras, entre otros.

“La violencia en el pololeo está absolutamente invisibilizada y cuando se logra detectar, la subestimamos pensando que es cosa de niños, que no importa, que va a pasar”, comentó.

En 2018, se registraron 118 femicidios, donde el 34% de las víctimas había denunciado, acudido a la justicia o Carabineros, obteniendo ninguna respuesta o ayuda. Este año la cifra asciende a 21 mujeres asesinadas por sus parejas. 51% de los jóvenes dice conocer a víctimas de violencia en el pololeo y 86% de estos cree que al denunciar a Carabineros, no quedarán protegidos.

“Desde Carabineros, pasando por las leyes y los recintos de salud, no están preparados ni concientizados para atender estos casos, la legislación no se adapta a los tiempos. Para la ley, es femicidio solo cuando las dos personas están casadas, no se cuentan las relaciones informales o los pololeos”, añadió Consuelo.

“Este tipo de violencia es transversal a las edades, clase social, sexo y género. Es un patrón de comportamiento que se repite en todos los casos. Algunas víctimas se someten por un plato de comida para sus hijos, otras por un 4×4 y comodidades”, relata Consuelo.

Consuelo reveló que en una ocasión fue a Carabineros con Antonia en busca de ayuda, donde escuchó a algunos funcionarios decir: “¿Qué le pasó a la cuica? – Al parecer se la boxeó el pololo”, dejando en evidencia la poca preparación para atender estos casos y la nula conciencia del daño y lo caótica que se vuelve la vida de las personas en todos sus ámbitos cuando sufren violencia.

María Inés Díaz, encargada de la Oficina de Apoyo y una de las impulsoras de la charla recalca que “esto se enmarca en una línea de acción preventiva que estamos aplicando. Hubo gran convocatoria e interés en participar, Consuelo nos entregó muchas herramientas para apoyar y visibilizar el problema. El estudiante es un ser integral, por lo que hay que nutrirlo no solo en lo académico si no con herramientas para afrontar el mundo actual”.

En 2017 la Fundación Antonia propuso dos proyectos de ley, uno para establecer el 7 de febrero, día en que Antonia Garros salta del piso 13 hacia su muerte, como el día de la concientización de la violencia en el pololeo y el segundo para cambiar los protocolos de ley, de salud, de atención en general y tipificar este fenómeno social de violencia en la pareja, para crear una ley que se haga cargo de la situación. Ambos han tenido muy poco avance y desarrollo en el Congreso.

Consuelo acusa falta de voluntad política diciendo que “siempre se muestran los políticos dispuestos a trabajar y ayudar porque eso les da buena publicidad, pero nunca pasan de las palabras a la acción”.