Con tan solo 31 años, la cineasta Constanza Figari ha dirigido y escrito diversas películas y cortometrajes, algunos de ellos han sido parte de festivales tanto nacionales como internacionales. Y recientemente fue catalogada por la Revista Ya como una de «Las nuevas cineastas sub-35». 

Figari estudió Cine en la Universidad del Desarrollo, con mención en dirección. Al finalizar su etapa académica, realizó su proyecto de título llamado “7 semanas”, el cual, además de ser su primer largometraje, formó parte de distintos festivales entre los que se encuentran: Mannheim Heidelberg International Film Festival (IFFMH) 2018; Valdivia International Film Festival (FICValdivia) 2016; Lima International Film Festival (PUCP) 2017; Göteborg International Film Festival 2017; IndieLisboa International Film Festival 2017; entre otros. Además, la cineasta cuenta con otras producciones como “Eugenia” y su próximo proyecto “Una mujer quiere morir”. 

¿Cómo fue tu experiencia dirigiendo el largometraje “7 semanas”? 

Me marcó y le tengo mucho cariño. A pesar de que se realizó como proyecto de título, siempre lo trabajamos como algo más allá de la instancia universitaria, por lo que lo estrenamos en distintas partes de Chile y formó parte de diferentes festivales. La película toca el tema del aborto libre, fuera de las tres causales y la lanzamos cuando recién se estaba discutiendo sobre este tema, entonces fue súper interesante presentarlo al público, ya que tuvo una muy buena recepción y fue una gran experiencia para mí desde el área de la dirección. Este fue un desafío que me abrió paso y me ayudó mucho para estar donde estoy en este momento. 

¿Cuándo comenzó tu interés por el cine? 

Me acuerdo que cuando era chica, con un un amigo que tenía una cámara Hi8, siempre estábamos filmando cosas que yo inventaba. Así que, en el fondo, desde niña estaba dirigiendo pequeños cortometrajes, pero nunca pensé que podría hacer de eso mi vida. Hasta ese momento estaba totalmente disociado en mi cerebro que existiera la posibilidad de dirigir en un ámbito profesional. Además, en mi familia nunca hubo mucha cultura cinéfila, se veían muy pocas películas y no íbamos mucho al cine, pero cuando íbamos era maravilloso para mí y esos momentos me marcaron.  

¿En qué momento decides estudiar esta carrera?

Cuando estaba terminando la enseñanza media, se organizó una feria universitaria en mi colegio y como a mí me interesaba la historia, la música y la actuación, pasé por varios puestos de las distintas instituciones preguntando por diversas mallas. En el stand de la Universidad del Desarrollo me mostraron la de cine y vi que tenía harta teoría también y eso me abrió la cabeza. Cuando conté en mi casa lo que quería estudiar lo aceptaron, pero me dijeron “tienes que ser la mejor”. 

¿Qué recatarías de tu formación profesional en la UDD? 

Me marcaron varias cosas mientras estudiaba y una de ellas fueron los profesores que tuve, ya que me enseñaron nuevas formas de mirar, de reflexionar y de ver las cosas que yo nunca había pensado, eso me abrió mucho la cabeza y me mostró varios caminos posibles. 

Por otro lado, está todo lo que es el área práctica de la carrera, donde tuvimos mucho acceso a filmar distintas cosas, desde ejercicios minúsculos, hasta un piloto de una serie. 

¿A qué desafíos te has enfrentado siendo directora? 

Me acuerdo que cuando presentamos la película “7 semanas”, me vi enfrentada a una exposición muy grande que no había tenido antes y eso me marcó mucho. La gente hacía comentarios que iban desde la crítica a tu película -que es algo menos personal- a otros que no tenían nada que ver con la calidad de lo que estabas presentando, sino que apuntaban contra lo que hacía la protagonista. Para hacer este largometraje hicimos una investigación muy grande, conversamos con varias mujeres que se habían realizado un aborto y fue muy fuerte. Sin embargo, crecí muchísimo con ese proyecto, me sirvió la experiencia. Todavía me queda muchísimo por crecer como profesional y también en cómo me enfrento a las entrevistas, pero haber pasado por esta exposición con esta película me ayudó harto. 

¿Qué se viene ahora?

Estoy trabajando en un nuevo proyecto que se llama  “Una mujer quiere morir”, el cual estoy escribiendo yo y lo está produciendo Niña Niño Films. Si bien esta película está en etapa de desarrollo, ya hemos participado en varias instancias nacionales e internacionales de foros de coproducción y en laboratorios de industria, adjudicándonos cinco premios hasta el momento. Ahora, en enero, vamos a estar en el encuentro de coproducción de “Algo en común”, una instancia colombiana donde se reúnen directores y productores de distintos países en un espacio de conexión común para ayudar a visibilizar sus proyectos. Además, en paralelo, estoy trabajando como directora en Funky Films que es una productora audiovisual de publicidad.