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La alternativa sustentable de integrar cenizas a la producción del hormigón

En encuentro realizado en el Campus RESB, se dieron a conocer resultados de estudios donde se utilizaron cenizas volantes, material de desecho proveniente de la quema del carbón de centrales hidroeléctricas, para usarlas como reemplazo del cemento cuya fabricación es altamente contaminante.

En un seminario de la Facultad de Ingeniería de la Universidad del Desarrollo (UDD) se dieron a conocer estudios sobre el uso de cenizas volantes en la fabricación de hormigón, tanto en Chile como en Estados Unidos.

En la primera parte del encuentro, el director de Ingeniería Civil en Obras Civiles de la UDD, Javier Castro, explicó que la producción mundial de cemento es responsable del 7% de las emisiones de CO2 en el planeta. “Esta realidad hace urgente buscar alternativas para disminuir estas emisiones contaminantes y combatir el calentamiento global”, afirmó el académico.

En este contexto, el profesor de la UDD presentó los resultados de una investigación donde se utilizaron cenizas volantes, material de desecho proveniente de la quema del carbón de centrales hidroeléctricas, para usarlas como reemplazo del cemento en la fabricación del hormigón. De esta manera, esta tecnología permite disminuir el uso de cemento y reducir los efectos generados por el depósito de cenizas en vertederos. Y los resultados son alentadores, porque, tal como afirmó Castro, se han obtenido adecuados niveles de resistencia y durabilidad al momento de reemplazar  un 40%, 60% y hasta un 80% de cemento por cenizas volantes.

La actividad, que se enmarcó en un proyecto FONDECYT Iniciación, contó con la participación de representantes de la industria del hormigón, así como de profesores, investigadores y alumnos de la UDD y de otras universidades.

Green concrete

En el segundo bloque, Dale Bentz, investigador del National Institute of Standards and Technology (NIST), uno de los expertos más importantes a nivel mundial en esta materia, describió la situación en Estados Unidos, donde llevan 50 años utilizando entre un 40% y 50% de cenizas volantes para la fabricación de hormigón. “Esto nos ha permitido reducir la huella de carbono del hormigón, disminuir la cantidad de cenizas en vertederos, conservar recursos y mejorar el rendimiento de este material”, enfatizó Bentz.

En su presentación, el académico mostró el resultado de sus últimos estudios que apuntan a desarrollar herramientas que permitan acelerar la ganancia de resistencia a edades tempranas del hormigón que contienen cenizas.  Además, reveló los últimos avances en el desarrollo de ensayos basados en conductividad eléctrica que permiten predecir, a las pocas horas de fabricación, la resistencia que alcanzarán estas mezclas en el corto y mediano plazo.

Más información sobre investigación de esta temática en: Best Practices Guide for High-Volume Fly Ash Concretes: Assuring Properties and Performance. NIST Technical Note 1812.