Zara Monardes: La alumni de Cine UDD que inauguró las prácticas internacionales de la carrera

La historia de cómo Zara Monardes se convirtió en la primera cineasta de la Universidad del Desarrollo en hacer su práctica profesional en el extranjero puede resumirse en la frase: Estar en el momento justo y el lugar indicado.
Corría el primer semestre de 2025 y Monardes, hoy alumni de Cine UDD, aún frecuentaba la universidad para editar Tierras Niñas, largometraje de título del que fue directora y que le dio la posibilidad de aplazar su práctica profesional con el fin de dedicarse a terminar el filme.
Para cuando sus compañeros hicieron su pasantía, a fines de 2024, una de las coordinadoras de la carrera les comunicó que Atómica -empresa chilena de postproducción de contenido audiovisual- estaba interesada en hacer un convenio y llevar estudiantes de Cine a la nueva sede en México, que hoy lleva casi año y medio en el país. Una oportunidad que ninguno, incluida Zara Monardes, consideró.
Hasta que, a fines de mayo, en una de las tantas jornadas de edición de Tierras Niñas, la cineasta se encontró con su coordinadora académica y Gonzalo Carracedo, CEO de Atómica, en una charla de pasillo. “Conversando con ellos, le conté a Gonzalo sobre mi proyecto, con el que estaba próxima a viajar al Festival Internacional de Cine de Guadalajara, cuando me dijo: ¿Por qué no te vas el próximo mes a hacer tu práctica en México? Y yo le dije que sí, de una”, recuerda Monardes.
Todo coincidió y la joven armó sus maletas, ya no con lo necesario para los casi 15 días que duraría el festival de cine, sino para tres meses. Luego de una exitosa participación de Tierras Niñas en el evento en Guadalajara, donde también participó Carracedo, Monardes se instaló en Ciudad de México para integrarse al equipo de Atómica.
“La empresa solo hace postproducción de imagen, así que fue un trabajo muy técnico, como exportar versiones finales, reconectar desde la calidad baja del montaje, corregir el color, etc. La verdad fue una experiencia muy provechosa porque haber dirigido una película me enseñó mucho, pero lo que más me gustó fue el montaje y tenía ganas de seguir aprendiendo”, explica.
Eso sí, Monardes, previamente, ya se había desempeñado como asistente de montaje así que, más allá de la puesta en práctica de sus habilidades, lo que más destaca de su paso por México fueron las relaciones laborales, puesto que en Chile no se había enfrentado al desafío de coordinar el trabajo con varias personas ni había tratado con clientes en un horario de oficina.
“Yo nunca había ido a México y tenía muchas ganas de conocerlo porque siento que es una industria que está muy cerca de la de Chile, pero es muchísimo más grande. Estando allá comprobé que tanto la forma de trabajo como las personalidades son súper parecidas. Fue el lugar perfecto para conocer mucha gente en una industria muy grande, pero sin irme tan lejos”, sostiene.
Aunque las buenas migas con su equipo, integrado completamente por mexicanos, dieron pie a que quisieran que se quedara trabajando con ellos, no fue posible y Zara Monardes retornó a Chile a terminar su ópera prima, que espera estrenar el próximo año.
“Este viaje me ayudó mucho a probarme a mí misma y saber que voy a estar bien donde sea que vaya porque fue la primera vez que estuve fuera de mi casa y sola en otro país; pero no me quedé porque no estoy en el minuto de mi vida de vivir en un lugar que no sea Chile, aunque volvería feliz y no cierro esa puerta para nada”, concluye.
Tras la incursión pionera de Zara Monardes en México, Cine UDD mantuvo el convenio con Atómica para llevar a estudiantes a hacer su práctica profesional en el extranjero y esperan que, a futuro, sean más los interesados en expandir sus horizontes antes de egresar.